Elaborada por la empresa de origen peruano que ofrece espacios de coworking, Comunal, una investigación da cuenta de que 38 por ciento de los líderes y el 42 por ciento de los trabajadores están de acuerdo con que el trabajo remoto aumentó la productividad, pero ha impactado negativamente en su estabilidad física y mental.

De hecho, es el 39 por ciento de los jefes y 41 por ciento de los trabajadores quienes coinciden en que el bienestar físico y mental está afectado, en parte como resultado de problemas de desconexión digital y reuniones largas y agotadoras -escenarios que fueron citados por un 34 por ciento y 20 por ciento de los empleados encuestados en el estudio, respectivamente.

A dos años de pandemia está claro que hay beneficios concretos ligados al trabajo remoto, siendo algunos de ellos evitar la pérdida de tiempo por trasladarse a la oficina en 81 por ciento, esquivar gastos con 68 por ciento, estar más cómodo con 63 por ciento y tener más tiempo con la familia en 50 por ciento.

Además, 86 por ciento de los trabajadores encuestados respondió que ha tenido más opciones de empleo con modalidad remota, lo que sin duda seguirá motivando a los empleadores a apostar por esquemas de trabajo más abiertos que permitan atender necesidades físicas y mentales.

La variante es que los equipos de trabajo están conscientes de que es necesario regresar a la oficina para tratar temas que se despejan mejor en persona y para aminorar el impacto a la salud que dejó el distanciamiento, pero la preferencia es que se trate de un regreso de uno o dos días a la semana.

“El futuro es alentador para los trabajadores, pues casi el 100 por ciento de los líderes afirma que conservará a una parte de sus equipos trabajando desde casa, ya sea de manera total o parcial”, destacó Tooru Ychikawa, Head de Change Management de Comunal Coworking.

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