Según el Termómetro Laboral de OCC, el trabajo ha afectado la salud cardiovascular de los colaboradores, es así que 46 por ciento afirmó que el estrés prolongado en el trabajo ha manifestado síntomas de malestar continuo.

El 38 por ciento indicó que los dolores de cabeza son una de las primeras señales que el cuerpo envía para advertir altos niveles de estrés o fatiga debido a las actividades laborales. Estos dolores pueden ser recurrentes y están directamente relacionados con la tensión y la sobrecarga mental. 

El 29 por ciento señaló que la fatiga extrema es otro síntoma común. Las intensas cargas de trabajo y el compromiso excesivo por parte del trabajador pueden llevar a una productividad incesante, más allá de sus límites físicos y mentales, lo que eventualmente desencadena problemas de salud graves.

Un 25 por ciento mencionó que las palpitaciones y la presión en el pecho son síntomas preocupantes, ya que indican un nivel avanzado de afectación cardiovascular. Estos síntomas requieren atención médica inmediata, pues podrían ser signos de condiciones como hipertensión o arritmias relacionadas con el estrés.

El 8.0 por ciento comentó que los mareos y la dificultad para respirar también pueden estar asociados al estrés laboral, especialmente cuando las tensiones diarias no se gestionan adecuadamente. Estos síntomas pueden derivar en complicaciones más serias si no se toman medidas preventivas.

Aunque no todos los participantes han experimentado los mismos síntomas, los datos subrayan la importancia de reconocer y gestionar el estrés en el entorno laboral. La prevención, mediante pausas regulares y la atención a señales tempranas de malestar, puede desempeñar un papel crucial en la protección del bienestar.

Por otro lado, el 40 por ciento mencionó que experimenta o ha pasado por episodios con diferentes tipos de malestares físicos y mentales debido al estrés laboral, atribuyendo esta situación a la acumulación de fatiga, la cual podría haber impactado su salud cardiovascular de cierto modo.

En contraste, el 9.0 por ciento de los trabajadores negó haber experimentado problemas relacionados con el estrés, destacando la importancia de incorporar descansos regulares durante la jornada. 

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