El BIM, (Building Information Modeling), ha supuesto un cambio de paradigma en la metodología de trabajo en el sector de la ingeniería.
El profesional de la ingeniería debe adquirir diferentes soft skills, aptitudes que le cualifican para desempeñar sus funciones, desarrollar su liderazgo, coordinar acciones con solidez y actitud emprendedora ante las adversidades y riesgos de su trabajo diario, de acuerdo con EADIC, escuela de formación pionera en el desarrollo de programas BIM adaptados a obra civil, edificación e industria.
Entre las principales competencias destacan: “autoaprendizaje, amplio criterio, trabajo en equipo, habilidades de comunicación, creatividad e innovación, gestión de riesgos, cambios y crisis, inteligencia emocional, atención al detalle, pensamiento estratégico y responsabilidad”.
Unas competencias transversales que, junto a su formación específica, capacitan a los ingenieros, entre otras, cuestiones para redactar y firmar estudios, proyectos y trabajos que tengan por objeto la concepción, planificación, diseño, proyección, construcción, reforma, reparación, conservación, mantenimiento, demolición, fabricación, instalación, montaje, gestión o explotación de bienes muebles o inmuebles, en sus respectivos casos, tanto con carácter principal como accesorio.
A estas se suman realizar mediciones, cálculos, valoraciones, tasaciones, peritaciones, estudios, informes, planos de labores y otros trabajos técnicos análogos, ejercer docencia, así como dirigir empresas o explotaciones antes mencionadas y ejercer las actividades.
La formación y el perfil del ingeniero se ha adaptado a las nuevas tecnologías digitales y a los entornos VUCA (Volatility, Uncertainty, Complexity y Ambiguity). Este concepto, hoy en día, ha cobrado gran relevancia en diferentes ámbitos al hacer referencia a la capacidad de respuesta, adaptación y planificación; es decir, adquirir una actitud resiliente ante las adversidades de los profesionales de la construcción, pero también al resto de profesionales y al mundo empresarial.
Por su parte, Ricardo Carramiñana, director general de EADIC, “hoy se construye pensando en la eficiencia energética de los edificios, un trabajo que es más económico en tiempo y dinero gracias al teletrabajo y a la disminución de errores al realizarse los cálculos de manera digital”.
En un comunicado, la institución explica que las escuelas de negocios han introducido en sus programas las herramientas y contenido adecuado para convertir a los profesionales en expertos cualificados con capacidades y habilidades para responder con anticipación a cualquier situación.
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