En otras industrias se considera "trabajadores mayores" a los que superan los 55 años, de modo que se adelanta en 20 años la etiqueta de "trabajador mayor" o "viejo" para el personal de programación.
En el sector tecnológico existe la percepción de que un programador de más de 35 años es un programador 'viejo'; ya que la pasión devota por el trabajo se asocia con mayor frecuencia a un trabajador tecnológico más joven, revela un estudio liderado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Las corporaciones tecnológicas tienden a excluir a los trabajadores tecnológicos considerados "mayores" e incluso a ignorar y despriorizar sus necesidades, destaca la investigación sobre los estereotipos y la percepción sobre el peso de la edad en las trayectorias profesionales de los programadores.
"Lo que determina esta discriminación son las ideas preconcebidas que se tienen sobre la edad. Por una parte, se valora mucho que los programadores jóvenes sean muy apasionados y muy entusiastas por la tecnología, y algunas empresas se aprovechan de estas circunstancias", recalca Andrea Rosales, investigadora del centro Communication Networks & Social Change (CNSC) del Internet Interdisciplinary Institute (IN3) y autora principal de este trabajo.
Por otra parte, los propios programadores asumen que, a medida que un profesional madura, va decayendo la pasión y la dedicación que caracteriza a la juventud, circunstancias en las que se valora poco la experiencia y la rigurosidad. Sin embargo, estas cualidades son más comunes a medida que se adquiere experiencia y también son necesarias para ser un buen programador.
Así, los estereotipos se ven reforzados por el hecho de que, después de varias generaciones, todavía la gran mayoría del personal de programación tiene menos de 30 años, especialmente en las empresas más jóvenes. Por tanto, en estos contextos, los programadores de más de 35 años se consideran "mayores".
Además, los propios programadores también tienen muchas dudas sobre sus capacidades mentales futuras: a menudo, estos empleados no saben si podrán mantener toda la capacidad mental y la concentración necesaria para ser un buen programador.
"Ser programador implica estar aprendiendo nuevos lenguajes para seguir siendo relevante en el contexto laboral, lo que requiere mucha concentración mental. Es más, algunos programadores piensan que quizás cuando tengan 50 años no van a tener esa capacidad de concentración", detalla Rosales.
No obstante, hay que tener en cuenta que estas percepciones pueden verse incrementadas o minimizadas en función del contexto laboral, la oferta y demanda de empleo, así como la empresa para la cual se programa, concluye la experta.
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