La dificultad para mantener un equilibrio adecuado entre la vida laboral y personal genera agotamiento físico y emocional, lo que lleva a muchos empleados a considerar ausentarse en el trabajo como una forma de manejar el estrés.
En México es cada vez más común que los empleados falten al trabajo con cierta regularidad, fenómeno conocido como ausentismo laboral, cuyas raíces y efectos son objeto de preocupación para empresas y trabajadores, según el estudio semanal de OCCMundial.
Para 52 por ciento de los participantes del Termómetro Laboral, este aumento se debe a la insatisfacción en el entorno laboral, y factores como la falta de motivación, un ambiente laboral tóxico y condiciones laborales deficientes son percibidos como causas significativas de este fenómeno.
La falta de flexibilidad también fue identificada como una causa relevante por el 28 por ciento de los trabajadores, mientras que el 16 por ciento considera que la falta de compromiso de los colaboradores hacia las empresas es un factor importante en el aumento del ausentismo laboral.
Esto lo observan con mayor frecuencia en las nuevas generaciones, quienes muestran menor disposición a comprometerse con su empleo a largo plazo, especialmente cuando no perciben un claro desarrollo profesional o una conexión con los valores de la empresa.
El 4.0 por ciento de los participantes señaló que las enfermedades relacionadas con el trabajo, como el estrés, la ansiedad y la presión constante, también son causas críticas de este fenómeno.
De acuerdo con sus comentarios, lamentablemente, no todas las empresas están preparadas para identificar y abordar estas problemáticas, lo que a menudo resulta en que los trabajadores sean erróneamente etiquetados como irresponsables en lugar de recibir el apoyo necesario.
El 40 por ciento identificó la disminución en la productividad como la principal consecuencia del ausentismo laboral. Este problema no solo afecta al empleado ausente, sino que también impacta a su equipo, generando un efecto en cadena que puede perjudicar negativamente a toda la organización.
Además, un 27 por ciento de los participantes expresó que el ausentismo laboral desestabiliza a los equipos de trabajo, ya que la ausencia recurrente de un miembro compromete la organización y gestión de actividades en general.
El 19 por ciento señaló que este problema también incrementa el estrés y la ansiedad entre los compañeros de trabajo y puede llevar a que haya un ambiente tenso y de preocupación constante que afecte el bienestar y rendimiento.
Finalmente, el 14 por ciento consideró que el ausentismo laboral provoca un aumento en la carga de trabajo para todos los miembros del equipo. Las responsabilidades del colaborador ausente se redistribuyen entre quienes están presentes, lo que puede llevar a una sobrecarga de tareas y un mayor estrés, agravando otros problemas dentro del equipo.
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