Hasta hace unos años y todavía se puede observar en algunas organizaciones, los responsables de equipos, eran técnicos con mucha experiencia que podían resolver los problemas a los que se enfrentaba el área o el proyecto. Además, sabían gestionar al cliente, interno o externo, y sus objetivos estaban orientados hacia la consecución del proyecto o de la tarea en sí.
En muy pocas ocasiones se analizaban a estos responsables desde la perspectiva de gestión de personas. Que fueran buenos jefes o no, era secundario. Además, cada manager gestionaba a su manera. Se les entrenaba, se les ofrecían pautas y guías, pero no existía un seguimiento o control claro sobre su manera de gestionar, mientras los resultados fueran positivos.
Pero la sociedad ha ido evolucionando, las nuevas generaciones aparecen en el mundo laboral y ahora resulta que éstos exigen que su responsable no sólo sea experto en la materia, sino que sepa gestionarlo, motivarlo, escucharlo y si no lo consiguen se van.
Esto se observa en palabras de Marcus Buckingham cuando comenta que los líderes de hoy en día deben sentarse con cada uno de sus trabajadores, unos 10 minutos a la semana. O Simon Sinek cuando comenta que deben ser los líderes y las organizaciones los que enseñen a las nuevas generaciones habilidades humanas como la paciencia, la resiliencia o el trabajo en equipo.
Por otro lado, expertos en Inteligencia Artificial, como Bernard Marr, columnista de Forbes y autor de más de 20 libros sobre tecnología e Inteligencia Artificial, comentan que el 70% de los puestos de trabajo actuales desaparecerán o evolucionarán en el futuro cercano y que, ni siquiera ahora, podemos imaginar los nuevos puestos que vendrán. Pero una cosa sí que deja clara: existen elementos que las máquinas como el Chatgpt, no van a poder sustituir: las habilidades sociales, la creatividad, la manera de comunicarse y de influir, el liderazgo, la toma de decisiones o la gestión del cambio son habilidades “demasiado” humanas que no son capaces, de momento, de ser sustituidas por la Inteligencia Artificial.
David De Cremer en su libro Leadership by Algorithm va más allá y nos dice que la Inteligencia Artificial debe ser colaborativa y apoyar el trabajo de los humanos, y no sustitutiva de los mismos. David escribe que la Inteligencia Artificial no será capaz de sustituir habilidades como el carisma, la influencia, la creatividad, el liderazgo o la agilidad, pero sí que ayudará a técnicos y managers a realizar su trabajo de forma más eficiente.
Todos estos datos nos enfatizan que, a corto plazo, se necesitará un liderazgo que potencie y fomente estos valores sociales, se complemente con la IA y respete las tendencias de gestión de las nuevas, y cada vez más nuevas, generaciones. Se necesitará un liderazgo que entienda y abrace la diversidad, que apoye todo lo que la tecnología puede aportar: trabajo remoto, agilidad, innovación, menos control y más motivación o trabajar con equipos internacionales. Un liderazgo que gestione a una persona de forma holística y no sólo la parte profesional, que escuche, que apoye y no se centre exclusivamente en resultados.
En definitiva, se necesitará, y ya se está necesitando, un nuevo liderazgo para la década de los 20 del s.XXI.
*Si te ha resultado interesante este artículo, te animamos a seguirnos en TWITTER y a suscribirte a nuestra NEWSLETTER DIARIA.
RRHHDigital