Los seres humanos en el trayecto de nuestra vida vamos acumulando elementos negativos prácticamente insignificantes que nos roban nuestra felicidad, que en el momento no destacan con relevancia y por eso permitimos que estos elementos se vayan propagando en nuestra mente afectando nuestras emociones.
Estas, a su vez, por efecto acumulativo se comienzan a multiplicar creando el efecto bola de nieve donde en la cuesta de la vida esta bola de nieve empieza a crecer desenfrenadamente permitiendo que se intensifique la fuerza con la que predomina para avanzar hasta que llega al borde del precipicio donde su única alternativa es la crisis.
Es allí donde los seres humanos tendemos a reaccionar, y tomar decisiones forzosamente basados en reacciones porque ya el camino se quedó corto, la persona ha tocado fondo y su única salida es empezar de nuevo a escalar hacia arriba.
Estos elementos tan insignificantes y que pasan desapercibidos en nuestras vidas los podríamos llamar parásitos; los principales huéspedes de su mente que afectan su vida racional y emocional, consiguiendo sabotear su vida sin permitirle que logre una realización personal en función de su propósito y mucho menos el equilibro en las distintas facetas de su vida en el camino a la felicidad.
Esta analogía le servirá para poder dilucidar el verdadero sentido y valor que tiene un parásito:
Imagínese una manguera de riego en un jardín, el objetivo es regar el arriate que se encuentra en el fondo del jardín donde hay plantadas unas rosas de mucho valor que han requerido de un largo tiempo para que florezcan y resulta que la manguera está perforada con múltiples agujeros.
Cada día, nosotros y los demás a nuestro alrededor en nuestros círculos de influencia, vamos haciendo nuevos agujeros en la manguera de riego a medida que se nos acumulan esas cosas sencillas de apariencia que nos quitan la energía. La manguera acaba por tener múltiples fugas, y si no hacemos nada, cada día tiene más fugas. ¿Resultado? Cuando enciendo el chorro donde está conectada la manguera, el agua se dispersa descontroladamente saliendo por los múltiples agujeros, la presión disminuye cada vez más hasta tal punto que apenas llega agua para regar el arriate dónde se encuentran las rosas.
Es así como sucede con las personas y es por eso que se encuentran en el escenario donde a pesar de que están recibiendo mucho al mismo tiempo están perdiendo casi todo y entran en un vacío existencial.
Las dos preguntas principales que surgen después de descubrir que existen estos huéspedes en nuestra mente y que estos nos están robando prácticamente la energía vital que necesitamos para avanzar en la vida y lograr las metas, objetivos y sueños planteados es ¿Cómo puedo descubrir los parásitos que me están saboteando? Y luego ¿Cómo los elimino, qué tengo que hacer?
Para descubrir los parásitos que están como huéspedes en su mente y constantemente sabotean su vida es necesario que se siente a realizar una lista de las 10 cosas que más le producen miedo y luego una lista de las 10 cosas que considere que son sus debilidades personales, luego realice un cuadro comparativo donde pueda conectar los miedos emocionales con sus debilidades personales y determine un nombre del posible parásito por cada conexión que allá hecho.
Normalmente las situaciones que nos producen miedos emocionales están basados en la falta de control de una situación, el no querer salir de la zona de confort, el enfocarse en el estatus quo como la única alternativa o ruta, el tener paradigmas arraigados y encerrarse en esquemas mentales y sociales impuestos involuntariamente.
El momento de desparasitarse para estar en un estado de cero parásitos permanentemente es fundamental que comience con acciones basadas en nuevos hábitos, en realidad es la parte más valiosa ya que sin esta acción todo auto descubrimiento fue realizado en vano.
Este es el contexto donde todas las personas deben llegar cuando tienen la voluntad de iniciar un cambio y tomar la iniciativa de eliminar los antiguos hábitos y sustituirlos por nuevos hábitos fundamentados en una nueva dirección que lo lleven a un nivel de cambio.
Los tres puntos específicos para iniciar ese cambio son:
1. Buscar cuáles son las razones positivas por las cuales sigo manteniendo ese parásito, ¿Qué hace que los siga tolerando?
2. Luego sea usted consciente de ¿cuáles son los costos directos y los costos indirectos de seguir manteniendo ese parásito?
3. Por último, genere una acción sencilla de cambio que tenga fundamento y que la pueda aplicar de inmediato.
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