Sin embargo, aún estamos lejos de que esa estabilidad se perciba en el bolsillo de los ciudadanos.
El coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la UNAM, Ignacio Martínez Cortés, indicó que existen las condiciones para que el peso mexicano mantenga su fortaleza frente al dólar; por el momento se descarta que pudiera presentarse un rebote en el tipo de cambio.
El especialista recordó que la fortaleza del peso frente al dólar se debe, en gran medida, a la decisión de la reserva de Estados Unidos de aumentar sus tasas de interés como parte de su estrategia para frenar la inflación, lo que automáticamente le resta poder a la divisa norteamericana ante otras monedas de economías más débiles como la mexicana.
Una consecuencia de esas medidas antiinflacionarias en la Unión Americana, dijo, es que este año en nuestro país aumentaron significativamente las transacciones nacionales e internacionales con moneda nacional, lo que ha permitido que tengamos un peso fortalecido.
“No hay en este momento, en el horizonte cercano, factores económicos que pudieran colocar un rebote en cuanto a que el peso perdiera valor frente al dólar. El evento económico más próximo en México es la presentación, en el mes de septiembre, de los Criterios Generales de Política Económica para 2024 y hay que estar atentos a la reacción de los mercados sobre cuatro proyecciones centrales: el crecimiento del PIB, el tipo de cambio, el precio del petróleo y el incremento de la deuda externa”, precisó Martínez Cortés.
No obstante, agregó, los mercados cambiarios no están exentos de eventos extraordinarios o coyunturales que en algún momento generen escenarios de incertidumbre política y económica, que pudieran afectar la paridad entre las monedas.
El experto universitario explicó por qué la fortaleza del peso no se muestra en el bolsillo de los ciudadanos y, por el contrario, existe la percepción de una pérdida en el poder adquisitivo. En ese sentido, comentó que se debe principalmente a que una cantidad considerable de artículos de consumo doméstico son de importación y han tenido un aumento significativo en sus precios.
Otra consecuencia de tener un peso fuerte es que se reduce de manera considerable el ingreso de divisas al país, vía remesas. Es un hecho que miles de personas reciben menos dinero del extranjero por el tipo de cambio, acotó.
Martínez Cortés consideró que los indicadores positivos que muestra la economía mexicana deben manejarse con cautela y sin caer en un optimismo excesivo, toda vez que aún están en puerta -al menos- tres eventos importantes que ejercerán mayor presión inflacionaria y nuevos ajustes al alza en las tasas de interés: las vacaciones de verano, el regreso a clases y el aumento en los productos del campo como consecuencia de las intensas sequías que se registran en gran parte del país.
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