El informe propone tres pilares políticos: reforzar la cooperación internacional, crear capacidad nacional y abordar la IA en el mundo laboral.
A menos que se tomen medidas internacionales de cooperación, la revolución de la Inteligencia Artificial aumentará la brecha entre los países de altos y bajos ingresos, advierte un nuevo informe de la OIT y la Oficina del Enviado del Secretario General de las Naciones Unidas para la Tecnología.
El informe, titulado Mind the AI Divide: Shaping a Global Perspective on the Future of Work, concluye que la IA está revolucionando las industrias en todo el mundo, ofreciendo enormes oportunidades para la innovación y la productividad.
Sin embargo, esta emergente "brecha de la IA" significa que las naciones de altos ingresos se benefician desproporcionadamente de los avances de la IA, mientras que los países de ingresos bajos y medios, especialmente en África, se quedan atrás.
El lugar de trabajo es donde la Inteligencia Artificial puede conducir a aumentos de productividad y a la mejora de las condiciones laborales, no obstante, un acceso desigual a las infraestructuras, la tecnología, la educación de calidad y la formación conduciría a una adopción desigual de la IA, agravando las desigualdades a nivel mundial.
Cada año se gastan en el mundo más de 300 mil millones de dólares en tecnología para mejorar la capacidad de cálculo, pero estas inversiones se centran principalmente en los países con mayores ingresos, lo que crea una disparidad en el acceso a la infraestructura y el desarrollo de habilidades que pone en grave desventaja a los países en desarrollo y a sus nuevas empresas nacionales.
Además, sin industrias tecnológicas nacionales, los trabajadores de los países en desarrollo que tengan las competencias necesarias ofrecerán sus conocimientos a través de plataformas de trabajadores autónomos, creando de hecho empresas en otros países, lo que supone una fuga de cerebros virtual.
La OIT y la Oficina del Enviado del Secretario General de las Naciones Unidas para la Tecnología, proponen, a través del reporte, tres pilares políticos: reforzar la cooperación internacional, crear capacidad nacional y abordar la IA en el mundo laboral, lo que a su vez incluye
Mejorar la infraestructura digital: Los países en desarrollo necesitan una infraestructura digital sólida para apoyar la adopción de la IA. Esto incluye el acceso a la electricidad, la banda ancha y las modernas tecnologías de la comunicación.
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