En el marco del Mes de la Salud Integral del Hombre, la institución destaca que durante la pandemia por COVID-19, en los varones se manifestaron con más frecuencia problemas como depresión, ansiedad e insomnio.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) exhortó a los derechohabientes para que acudan a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) a fin de ser valorados por un médico familiar, y en caso de presentar algún problema como depresión, ansiedad, abuso de sustancias o ideas suicidas, ser canalizados al área de Psicología de forma individual o grupal, o a Psiquiatría.
La doctora Laura Patricia Angulo Camarena, médico psiquiatra, en el Hospital General de Zona (HGZ) 1-A del IMSS, señaló que la salud mental, es un tema que no suele considerarse en el caso de los varones, ni se asocia como parte de una salud integral.
“Uno de los problemas más importantes es el rol del hombre dentro de la sociedad, se le considera que es la parte fuerte, el proveedor de su familia, quien va a generar los recursos, que además tiene que trabajar, tener fortaleza física y que no puede mostrar debilidad, porque entonces deja de ser hombre”, resaltó.
Enfatizó que se debe trabajar en cambiar actitudes y enseñanzas tradicionales, pedir ayuda y entender que una buena salud mental es un derecho e implica hacer cambios, por ejemplo, que no siempre se debe competir con otros, cambiar el uso de la violencia para solucionar conflictos, y enfrentar el temor a “no ser lo suficientemente hombre y construir una masculinidad menos vulnerable”.
La salud mental, subrayó, no significa únicamente la ausencia de alguna enfermedad, sino que es la habilidad de desarrollar las capacidades de forma completa, que permita participar con la comunidad, y lograr expectativas y metas individuales.
“Los varones están más acostumbrados a salir de su casa, a realizar trabajo fuera del hogar y por la pandemia tuvieron que permanecer, además de peores resultados con la enfermedad: mayor mortalidad y más secuelas que generaron diversas situaciones de salud mental, en especial depresión, ansiedad e insomnio”, afirmó.
Destacó que desde la niñez se deben identificar modificaciones de conducta y en el desarrollo, ya que es más efectivo comenzar con el abordaje y tratamiento de padecimientos como estrés o trastorno por déficit de atención, y así evitar problemas y secuelas durante la juventud y la vida adulta.
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