A partir de 2023, cuando entró en vigor la reforma a los artículos 76 y 78 de la Ley Federal del Trabajo (LFT) para ampliar de 6 a 12 días el periodo vacacional de los trabajadores, se puso fin a 52 años de 6 días de descanso al año. Esto representa un primer paso hacia el cumplimiento del estándar mínimo internacional, ya que la OIT recomienda 18 días de descanso para el primer año de trabajo.
Las llamadas vacaciones silenciosas, una tendencia relacionada con tomar tiempo libre sin hacer una solicitud de vacaciones formal, y popular sobre todo entre las nuevas generaciones, en realidad puede ser perjudicial, alertó Pandapé, software de Recursos Humanos.
Pese a que parece beneficiosa al permitir que los colaboradores gestionen su propio tiempo y eviten la presión de pedir permiso formal, genera dilemas éticos en la comunicación entre empleador y empleado y puede ser contraproducente en caso de problemas urgentes o infracciones a las políticas de la empresa.
Y esto es más común de lo que parece: 41 por ciento de los trabajadores ha tenido que trabajar durante sus vacaciones por emergencias, 29 por ciento decide mantenerse al tanto de sus pendientes y un 70 por ciento ha sido contactado para realizar alguna actividad laboral.
Además, al 36 por ciento le resulta muy difícil desconectarse del trabajo y un impresionante 58 por ciento ha tenido sus vacaciones negadas alguna vez, siendo la carga laboral la razón principal para el 45 por ciento de ellos, revelan datos de Pandapé.
El problema es que, sin una verdadera desconexión, los colaboradores pueden volver más “quemados” que antes, y en estas circunstancias, no obtienen los beneficios de la reducción del estrés o burnout y la mejora de la función cognitiva basados en la desconexión total del trabajo durante las vacaciones oficiales.
“En este contexto, las empresas deben implementar una cultura basada en la flexibilidad y el trabajo por objetivos. Es muy importante reconocer que comportamientos como el de las vacaciones silenciosas revelan problemas profundos. Los beneficios laborales, incluyendo las vacaciones, son esenciales. Y si un empleado teme repercusiones por tomarse su tiempo libre remunerado, existe un problema cultural significativo”, agrega Haydeé Jaime, Marketing & Communications de Pandapé.
El enfoque del trabajo por objetivos, abunda Pandapé, asegura centrarse en lograr metas específicas, definidas de manera clara y medibles, en lugar de solo realizar tareas rutinarias, estableciendo políticas claras de vacaciones, ofrecer opciones flexibles e impulsar liderazgos empáticos que normalicen el derecho al descanso, evitando que los trabajadores lleguen a su límite.
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RRHHDigital