Estos padecimientos se relacionan con un mayor ausentismo, presentismo y agotamiento, así como con niveles más bajos de compromiso laboral.
La Encuesta global de Actitudes de Beneficios 2024, elaborada por WTW, plantea que casi la mitad de los colaboradores (46 por ciento) sufre de un alto nivel de estrés, y un 35 por ciento presenta síntomas de ansiedad o depresión (de los cuales solo un tercio está en tratamiento regular, tomando medicación o ha consultado a especialistas).
Sin embargo, estas condiciones tienen un impacto particularmente mayor en grupos de jóvenes menores de 30 años y con menores ingresos, que a su vez son los grupos con mayor proporción de empleados sin recibir tratamiento.
En sentido opuesto, el reporte de la consultora también refiere que 32 por ciento de los empleados tiene más de un hábito saludable, como una alimentación adecuada, hacer ejercicio regularmente y dormir al menos 7 horas diarias.
Un hallazgo relevante es que, en empleados mayores a los 45 años o con salarios más altos, se registra una disminución de ansiedad y depresión considerablemente. Por ello, el 62 por ciento de los empleados siente que está en el camino correcto en cuanto a su salud mental.
El estilo de vida (incluyendo mantenerse activo y/o hacer ejercicio regularmente (55 por ciento) y la interacción social (39 por ciento) destacan como las herramientas más efectivas para ayudar a las personas a gestionar su salud emocional.
WTW expone que los cambios en el estilo de vida son eficaces para ayudar a controlar la salud mental, pero la asesoría, comunicación, capacitación y programas orientados a involucrar a los empleados en este tema, así como crear conexiones para mejorarla, por parte del empleador, alientan a los empleados a cuidarla e incentivarla aún más.
Asimismo, los programas para empleadores ayudan a muchos empleados a mejorar su salud mental (27 por ciento), y especialmente a buscar tratamiento. Siendo así que el 61 por ciento mencionó que ha recibido ayuda, aunque tras la pandemia, el 47 por ciento consideró que la capacidad de estos programas para ayudar a los empleados disminuyó.
Para el 48 por ciento, su empleador muestra un interés sincero en su bienestar y la mayoría (55 por ciento), y entiende cómo utilizar los recursos e iniciativas de su empleador para gestionar su bienestar.
El estudio menciona también que la participación del empleador alienta a los empleados a abordar sus problemas de salud mental y el 59 por ciento lo considera importante para enfrentar sus desafíos en este tema.
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