El Termómetro Laboral de OCC revela que sólo 24 por ciento de los profesionales en México admitió haber aplicado las "vacaciones silenciosas" o quiet vacationing, práctica de los empleados para tomarse tiempo libre del trabajo sin hacer una solicitud formal ni notificar a sus superiores, lo que puede ocurrir en diferentes entornos laborales, no solo en trabajos remotos.

Esta práctica sirve en algún momento para lidiar con situaciones derivadas del trabajo, como la fatiga o el exceso de responsabilidades, según el sondeo semanal del sitio de empleo.

De hecho, el 40 por ciento de los colaboradores no ha recurrido a las vacaciones silenciosas para tomar tiempo libre de su trabajo, ya que consideran que no tienen la posibilidad de hacerlo, o bien, no tienden a aplicar esta práctica porque consideran que no es necesario llegar a esto y afectar o poner en riesgo su trabajo.

El 21 por ciento expresó que, aunque aún no ha utilizado esta estrategia, le gustaría hacerlo, ya que para algunos trabajadores, las condiciones laborales desfavorables o la falta de opciones formales para descansar hacen que consideren recurrir a esta práctica para desconectarse.

El 15 por ciento ha recurrido a las vacaciones silenciosas en contadas ocasiones, cuando la situación lo ha requerido y no han recibido el apoyo necesario de sus líderes para gestionar problemas personales o urgencias familiares, lo que los llevó a tomar tiempo libre sin avisar.

Adicionalmente, hubo quienes señalaron esta práctica como un medio que se usa actualmente para justificar muchas veces la iniciativa de querer faltar al trabajo sin razón aparente, afectando a las empresas y el trabajo de otros colaboradores.

Al abundar sobre los motivos por los cuales los empleados recurren a esta conducta, el 45 por ciento atribuye la falta de flexibilidad laboral como el principal motivo. La imposibilidad de equilibrar vida y trabajo genera agotamiento y desmotivación, lo que lleva a algunos empleados a buscar maneras informales de descansar y recargar energías.

El 34 por ciento indicó que los entornos laborales tóxicos fomentan este comportamiento. La falta de apoyo de los líderes para otorgar vacaciones formales, la presión constante y la falta de claridad en las políticas de descanso impulsan a los empleados a buscar formas alternativas de obtener tiempo libre.

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