El material es tan fuerte y duradero como los clips hechos a base de petróleo, según las pruebas realizadas por la compañía del óvalo azul.
Ford reconoce la urgente necesidad de abordar la contaminación plástica en los océanos, por lo que fue la primera armadora en utilizar plásticos 100% reciclados provenientes del océano para producir piezas en uno de sus vehículos, el Ford Bronco Sport.
Los clips del arnés de cableado en Ford Bronco Sport son producidos utilizando plástico recolectado del océano, principalmente de redes de pesca, cuya resistencia y durabilidad del plástico es igual a la del nylon, pero con un ahorro del 10% y una producción que requiere menos energía.
El proceso comienza con la recolección de redes de pesca desechadas, que luego se clasifican, lavan, secan, aplanan y comprimen para formar pequeños gránulos. Estos gránulos se moldean en forma de clips, los cuales sujetan el cableado a los lados de la segunda fila de asientos de Ford Bronco Sport, esenciales para activar las bolsas de aire de la cortina.
Ford ha sido reconocido por su liderazgo en la gestión del agua por el Carbon Disclosure Project (CDP), una importante organización ambiental global. Este reconocimiento destaca a Ford por su innovación para ahorrar agua en sus plantas alrededor de todo el mundo y que sirven de ejemplo de éxito en el mundo real para otros; siendo este el noveno año consecutivo en que la compañía recibe la calificación 'A' en seguridad hídrica del CDP.
En 2022, la Planta de Irapuato se convirtió en la segunda instalación de Ford de México en no usar agua dulce para la manufactura, uniéndose a la Planta de Motores de Chihuahua.
Por otro lado, los materiales renovables y de origen vegetal son una parte importante de la estrategia de sostenibilidad y Ford es líder en este campo, habiendo implementado nueve materiales de origen vegetal en la producción de vehículos actuales y pasados.
Por ejemplo, la espuma a base de soya, lanzada en Mustang 2008, se ha utilizado en todos los vehículos fabricados por Ford en América del Norte para cojines y respaldos de asientos durante más de una década, sumando más de 23 millones de vehículos. El uso de espumas basadas en plantas ha reducido las emisiones de gases de efecto invernadero en aproximadamente 95,283,000 kg en total y continúa ahorrando un promedio de 1,521,000 litros de petróleo anualmente desde 2014.
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