La gestión de riesgos psicosociales en las organizaciones solo sigue en buenos deseos: Natura.
Seis años después -y una pandemia que tampoco ayudó mucho- el alcance de la NOM-035, norma sobre factores de riesgo psicosocial en el trabajo, sigue sin entenderse, y en la mayoría de los casos se ha tenido una implementación con un enfoque en evitar sanciones y en otros, sólo se ha realizado un diagnóstico sin ninguna acción de seguimiento.
De acuerdo con la multinacional brasileña de higiene y cosmética, Natura, si hoy tomamos cinco empresas de manera aleatoria, es probable que los riesgos psicosociales más altos sean: jornadas de trabajo extensas y cargas laborales que exceden la capacidad de las personas, los dos factores de riesgo más elevados en el mercado laboral que bien podrían ser ya problemas estructurales como la alta informalidad.
En este marco, Renata Maldonado, Directora de Recursos Humanos para Natura y Avon, se manifestó por reincorporar la NOM-035 y la gestión de riesgos psicosociales en los planes estratégicos de Recursos Humanos.
“Desde hace seis años, las organizaciones en México tienen una herramienta poderosa para gestionar los riesgos psicosociales en el trabajo y ofrecer entornos laborales sanos para las personas, y lo que de alguna manera se traduce en mayor productividad y una mejora del compromiso laboral, aspectos importantes para el crecimiento del negocio”, alertó Maldonado.
Es muy probable que poco haya cambiado en 2024, mucho menos con un retorno masivo a las oficinas, el último informe de Tendencias de Talento de PageGroup indica que el 37 por ciento de los trabajadores en México pasa más tiempo en la oficina en comparación con un año atrás. Esto significa que el balance vida-trabajo que se alcanzó con el teletrabajo, uno de los factores de riesgo psicosocial que contempla la NOM-035, probablemente se esté perdiendo.
Aunado a esto, desde su entrada en vigor la implementación de la norma ha transitado por diagnósticos y planes de intervención basados más en paliativos que en acciones puntuales, el registro documental ha servido para un “cumplimiento” meramente normativo, pero con poco impacto en la reducción de riesgos psicosociales en el trabajo.
El 2024 ha sido quizá el mejor año para retomar la importancia de la NOM-035 y asumir seriamente la gestión de riesgos psicosociales. A partir de este año, la tabla de enfermedades de trabajo fue actualizada y se reconocieron por primera vez trastornos mentales como padecimientos ocasionados por las condiciones laborales, eso es precisamente lo que la norma ayuda a prevenir si se aplica adecuadamente.
“Pero más allá de las posibles incapacidades laborales por estrés, depresión, ansiedad o el trastorno no orgánico de ciclo sueño-vigilia (las nuevas enfermedades reconocidas en la Ley Federal del Trabajo), como empresas tenemos una responsabilidad en ofrecer empleos que proporcionen calidad de vida, no sólo en términos económicos, sino en salud para los colaboradores”, concluyó Natura en un comunicado.
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