A decir del Instituto de Liderazgo en Formación Continua (ILFC), para muchas empresas, la NOM-035 ya no es una opción, sino una decisión estratégica que puede marcar la diferencia entre retener talento o perderlo, e incluso, cumplir dicha normativa es apenas el inicio para inspirar un cambio en la cultura empresarial.

Y es que el estrés laboral ha dejado de ser un tema secundario para convertirse en uno de los principales riesgos dentro del entorno corporativo; preocupa a empresas no solo por las implicaciones en la salud mental de los colaboradores, sino también por el impacto que genera en la productividad, el clima laboral y la permanencia del talento.

Cifras de OCCMundial revelan que, en 2024 el 59 por ciento de los empleados reportaron un incremento en sus niveles de estrés; 9 de cada 10 consideran que esta situación influye directamente en su decisión de cambiar de empleo.

Pero los efectos no se limitan al aspecto emocional: El 46 por ciento de los trabajadores manifiestan síntomas físicos como fatiga extrema, dolores de cabeza, palpitaciones en el pecho, síntomas del llamado síndrome del burnout.

Además, estimaciones de los Consejos Nacionales de Seguridad (NCS, por sus siglas en inglés) advierten que una organización con mil empleados podría enfrentar pérdidas de hasta un millón de dólares anuales a causa del presentismo: empleados que, aunque presentes, no rinden al máximo por agotamiento.

En este marco, apostar por el bienestar emocional con un enfoque integral permite generar un impacto positivo en todos los niveles de la organización, por lo que, herramientas como mindfulness, meditación y reprogramación cognitiva son parte de las metodologías que ayudan a reducir el estrés laboral, además de fortalecer la concentración, elevar la autoestima y promover relaciones laborales más sólidas.

“El bienestar debe ser el centro de la estrategia organizacional. El equilibrio en la carga laboral de manera razonable, la flexibilidad de horarios, el liderazgo empático y acceso a herramientas de salud emocional son indispensables para construir entornos laborales sostenibles,” sostuvo Yirah Palacios, Gerente Comercial de ILFC.

Sin embargo, sólo el 8.0 por ciento de los trabajadores ha recibido apoyo directo por parte de su empresa, según el mismo estudio de OCC. Para Adriana Cortinas Durán, especialista en bienestar laboral y colaboradora del ILFC, esta cifra refleja la desconexión entre los discursos institucionales y las acciones reales.

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