Ser o tener miembros en el equipo adictos al trabajo afecta no sólo el bienestar emocional sino también la productividad, la motivación y el compromiso: el crecimiento y rendimiento de la compañía se ve perjudicado.
Además de tener la imperiosa necesidad de laborar, al grado de que el trabajo se convierte en el centro vital y se excluye todo lo demás: familia, amigos, pareja, actividades recreativas, descanso y vacaciones, un workaholic o trabajólico presenta otras características que Momentu enlista a continuación:
Otra manera de identificar la adicción al trabajo es respondiendo con Sí o No estas preguntas: ¿Pasas la mayor parte del tiempo trabajando?, ¿Recibes frecuentemente llamadas de la oficina fuera del horario laboral?, ¿Sientes que el tiempo no te alcanza? Si las respuestas son afirmativas en más de dos preguntas, es muy probable que haya adicción al trabajo.
A decir de la plataforma especializada en bienestar emocional y salud mental para reducir altas tasas de rotación, dejar de ser un trabajólico y cambiar los hábitos que sostienen ese estilo de vida poco saludable requiere de determinación y ayuda profesional.
Para mantener el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, los especialistas recomiendan priorizar actividades, aprender a delegar responsabilidades, aprender a decir que no, cuidar el bienestar mental y emocional con psicólogos y coaches, y desconectarse del trabajo en cuanto termina la jornada laboral.
Otras soluciones pueden ser establecer espacios para compartir con familia o amigos, hacer ejercicio, practicar yoga y meditación, establecer y respetar los horarios de tus actividades personales.
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