Adoptar estás prácticas no solo mejora la calidad de vida de los colaboradores, sino asegura la competitividad de las empresas en un entorno en constante cambio.
En opinión de Karinna García, Head of Talent Performance & Development de Edenred México, factores como la flexibilidad, los apoyos psicológicos y el desarrollo profesional no solo transforman la manera que trabajamos, sino que refuerzan el compromiso mutuo entre las empresas y su talento.
Así, el desarrollo profesional se posiciona como un elemento clave para el bienestar integral del capital humano, toda vez que acceder a formación continua, adquirir nuevas habilidades y contar con planes de carrera mucho más claros impulsará tanto la confianza como el sentido de propósito de los colaboradores.
De hecho, apuntó García, en 2024 cada oportunidad para aprender reforzó la conexión con la visión organizacional y ayudó a delinear entornos donde el crecimiento beneficia tanto a las personas como a la empresa. Ahora, llevar este compromiso con el desarrollo mutuo a un nuevo nivel dará una base sólida para enfrentar los desafíos del futuro.
Bajo esta premisa, y para este incipiente 2025, los beneficios integrales y el salario emocional (43 por ciento), así como el home office y la flexibilidad (50 por ciento) serán las principales tendencias que marcarán el éxito de las empresas, según datos del sector.
En un comunicado, la firma de soluciones transaccionales plantea que la flexibilidad también se consolida como una tendencia clave, con permisos parentales, pausas personales y el home office como ejes fundamentales para mejorar la calidad de vida de los equipos.
El home office, por su parte, aporta autonomía y fomenta la productividad al adaptarse a las necesidades individuales. En conjunto con horarios flexibles, este enfoque refuerza el vínculo entre las personas y las organizaciones, lo que creará entornos laborales más humanos y sostenibles, donde bienestar y resultados se alinean de manera efectiva.
El bienestar y la salud seguirán siendo un eje importante para promover en los entornos laborales, quienes pueden echar mano de beneficios como vales de despensa y de restaurante, así como de cursos y especialistas para fomentarlo entre sus colaboradores.
“Este tipo de beneficios no solo apoya el poder adquisitivo de cada colaborador, también reafirma el compromiso de las organizaciones con la calidad de vida de su personal contribuyendo a consolidar relaciones laborales basadas en el bienestar mutuo”, comentó García.
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