A decir de Angélica Zepeda, directora de recursos humanos de XY Booster Group, plataforma de estrategias para la solidez de emprendimientos, las compañías en el mundo deben apuntar hacia un objetivo: crear una cultura laboral eficiente, ética y capacitada para aprovechar la proliferación de innovaciones, generando beneficios tanto para sus operaciones diarias como para sus colaboradores.

Por lo anterior, y bajo la premisa de que el aprendizaje continuo es la única constante, especialistas enlistan otras tendencias clave que transformarán la forma en la que se trabaja este año y hacia el futuro, además de que marcarán la diferencia entre las organizaciones líderes y el resto.

En un entorno laboral donde las tecnologías evolucionan rápidamente, los trabajadores no pueden depender únicamente de su formación inicial, por lo que programas de "upskilling" (mejora de habilidades) y "reskilling" (reentrenamiento) se posicionan como una necesidad urgente.

De hecho, según el Foro Económico Mundial, un 77 por ciento de los empleados a nivel global necesitará adquirir nuevas habilidades para mantenerse competitivos hacia 2030. En 2025, las empresas que inviertan en capacitación interna no sólo garantizarán su relevancia, sino que también motivarán a sus equipos a crecer profesionalmente.

Otro aspecto es la flexibilidad como pilar fundamental. De hecho, según YouGov Surveys, a nivel global, el 24.6 por ciento prefiere el home office completo, mientras que más de la mitad opta por esquemas híbridos. Y las organizaciones que prioricen la flexibilidad tendrán ventaja en la atracción y retención de talento en 2025.

Una tendencia la constituyen las habilidades en Inteligencia Artificial, toda vez que ya no es opcional, es esencial. Tal como la calculadora revolucionó las matemáticas, la IA promete optimizar el trabajo repetitivo, dejando a los empleados libres para enfocarse en tareas que requieren pensamiento crítico y contacto humano.

“Aunque las máquinas ofrecen rapidez y precisión, el contacto humano nunca dejará de ser indispensable. Por ello en 2025, la colaboración entre humanos e Inteligencia Artificial será más fuerte, especialmente en sectores como manufactura, logística y servicios. Las empresas que capaciten a sus empleados para dominar esta tecnología no solo serán más competitivas, sino también más eficientes para brindar atención más personalizada”, consideró Zepeda.

De igual forma, la sostenibilidad se convertirá en parte integral del ADN empresarial. Los colaboradores y consumidores exigen cada vez más que las empresas sean responsables con el medio ambiente y la sociedad. Desde reducir su huella de carbono hasta adoptar prácticas de trabajo éticas, las compañías que prioricen estos valores no sólo atraerán al mejor talento, sino también la lealtad de sus clientes.

En 2025, las certificaciones relacionadas con sostenibilidad y responsabilidad social serán un estándar para destacar en el mercado. Para las empresas, la sostenibilidad ya no será un "valor agregado", sino un factor diferenciador.

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