En opinión de Javier Arroyo, Cofundador de la plataforma de aprendizaje de matemáticas, Smartick, el primer paso para impartir la preparación que necesitan los niños y adolescentes para ser parte de las carreras STEM es perderle el miedo a las ciencias duras, empezando con los números y los problemas matemáticos, que preparan a los niños para la resolución de incógnitas científicas.

“Las matemáticas han ganado culturalmente una mala reputación por ser aparentemente difíciles, pero a veces son los mismos padres y tutores los que fomentan este temor en los estudiantes, e incluso las mismas escuelas lo hacen al no ofrecerles modelos de aprendizaje que se adapten a las necesidades de cada niño”, asegura Arroyo.

Actualmente, según el experto de la plataforma on line de aprendizaje Smartick, las carreras en Ciencias de la Computación e Ingeniería tienen una mayor demanda en las principales empresas de Estados Unidos, de acuerdo con el Índice de Crecimiento de las Carreras STEM.

Pero en otros países existe también una enorme necesidad de profesionistas a nivel posgrado y técnico que ocupen puestos STEM, y la forma de conseguirlos es, entre muchas otras, alineando las necesidades de la fuerza de trabajo del futuro con el sistema educativo y con el aprendizaje en casa.

De acuerdo con el especialista, los padres juegan un papel importante en el aprendizaje en casa. La educación de los estudiantes no debe quedarse entre las paredes del colegio, sino también debe ser parte de la vida del alumno una vez que sale de ahí.

“Y no solo eso, los padres deben enseñarles desde pequeños que las matemáticas y las ciencias son útiles y se aplican en actividades cotidianas, como la cocina, las compras o incluso al armar rompecabezas o dibujar”, abunda.

Otra forma de fomentar la participación de niños y adolescentes en la ciencia es introducir héroes STEM en sus vidas a través de libros que narren la historia de grandes científicos, táctica particularmente importante para acercar a las niñas a las ciencias y a las matemáticas, pues suelen experimentar una brecha importante en este ámbito.

En México, sólo tres de cada 10 profesionistas STEM son mujeres, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Es recomendable, destaca, realizar actividades recreativas y divertidas como visitar el zoológico, un museo o una feria científica para niños con el fin de despertar el interés de los hijos, así como invertir en herramientas educativas o tutorías que los ayuden a resolver dudas, repasar las lecciones vistas en clases y que se adapten a su ritmo y estilo de aprendizaje.

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