En promedio para este año, el incremento salarial se mantendrá en 6.3 por ciento; la diferencia entre este y la inflación anual, sumada al alza de 22 por ciento del salario mínimo y a las negociaciones con los sindicatos, representan un importante reto para las empresas, en opinión de Claudia Rodríguez, Principal Career Products Leader México en Mercer.

“Es en las compensaciones variables y en los aspectos de flexibilidad donde el sector privado puede recompensar a su fuerza laboral, en especial, aquellas donde no les ha sido, ni será posible dar aumento salarial”, expone la especialista al ahondar sobre la Encuesta Termómetro 2022.

La investigación de la consultoría en Capital Humano, también revela que el 93 por ciento de las organizaciones otorgó incrementos salariales en 2021, mientras que 97 por ciento lo hará este 2022.

Respecto a los criterios que se utilizaron para revisar los aumentos salariales para este año, el 40 por ciento señala que fue por mérito del colaborador, el 14 por ciento derivado de la inflación y el 46 por ciento consideró ambos factores.

Al considerar cambios en la previsión de incremento salarial según los últimos datos de inflación publicados por el Banco Central, el 66 por ciento de las corporaciones señalaron que no, mientras que el 34 por ciento sí está haciendo cambios, variando, en promedio, el aumento presupuestado en 2.2 por ciento.

Si bien 95 por ciento de las organizaciones otorgarán aumentos salariales en 2022 para su fuerza laboral sindicalizada, el 5.0 por ciento no. El promedio de este es de 6.4 por ciento para los administrativos y 7.0 por ciento para los puestos operativos. Del mismo modo, en 2021, en el tema de beneficios, el 48 por ciento de las organizaciones los aumentó, mientras que el otro 52 por ciento no lo hizo.

“La recomendación es que aquellas organizaciones que les sea posible dar un incremento, lo hagan dentro de lo ya presupuestado; sin embargo, si, adicionalmente hay posibilidad de tener un crecimiento en las compensaciones variables, es recomendable hacerlo para generar un valor añadido ante el mercado. En este punto las compañías deberán considerar su entorno para poder decidir bajo qué objetivos van a otorgar sus bonos variables”, añade Rodríguez.

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