Para cuantificar las diferencias en el ámbito de la investigación biomédica, un artículo llevado a cabo mediante la realización de encuestas durante los meses de julio a octubre de 2020, pone de manifiesto cómo, durante la pandemia, las actividades vinculadas a la producción científica han sido mayoritariamente llevadas a cabo por hombres.

El estudio, que analiza la producción científica, las actividades académicas no remuneradas y la salud mental de 147 científicos y científicas del campus, plantea que en los meses en los que estaban vigentes las medidas de restricción de movilidad, las científicas del campus enviaron menos artículos a revistas científicas, solicitaron menos becas y aparecieron menos como autoras principales de los artículos publicados en comparación con los hombres.

“Por otra parte, en cambio, el estudio nos expone que, en este período de tiempo, las actividades académicas no reconocidas, como la divulgación en el ámbito educativo y la realización de revisiones, son tareas que han estado más vinculadas a mujeres que a hombres”, comenta el equipo científico del estudio en un comunicado de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC)

Si se comparan los resultados entre hombres y mujeres con personas dependientes a su cargo, las diferencias se acentúan en el caso de la participación en actividades divulgativas y la sensación de tristeza en relación al propio sesgo de género.

A partir de los resultados obtenidos, el grupo de trabajo manifiesta la necesidad de revertir esta situación incrementando la representación femenina en la producción científica y poniendo en valor el resto de tareas científicas menos reconocidas y ejecutadas mayoritariamente por mujeres.

El grupo de trabajo Mujeres en Ciencia del Campus Can Ruti de Barcelona publica en abierto en la revista Frontiers in Psychology un estudio realizado conjuntamente entre el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol, la Fundación Lucha contra las Infecciones, el Instituto Catalán de Oncología.

También participaron en la investigación el Centro de Estudios Epidemiológicos sobre las Infecciones de Transmisión Sexual y Sida de Cataluña, el Hospital Germans Trias i Pujol, el Instituto de Salud Global de Barcelona y con la participación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

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