En un contexto económico marcado por una tasa anual de inflación de 7.82 por ciento, considerada la más alta desde hace 20 años, el 80 por ciento de los trabajadores estima que no cuentan con el apoyo de las empresas en México al no implementar ningún programa de apoyo al salario, mientras 11 por ciento asegura que sí lo han hecho y un 9.0 por ciento lo desconoce, según cifras del portal de empleo OCCMundial.

Cuestionados sobre si su salario ha aumentado al ritmo que suben los precios, 61 por ciento de los participantes en la encuesta asegura que no ha recibido incremento de sueldo y para otro 5.0 por ciento no ha regresado su salario al mismo nivel después de los recortes previos a la pandemia.

En contraste, un 27 por ciento asegura que le subieron el sueldo, pero no al ritmo del alza de la inflación, solo un 4.0 por ciento dice que le han dado aumento de sueldo igual a la inflación y solo un 3.0 por ciento asegura que su aumento ha sido mayor a la inflación.

Sobre los apoyos o programas que sí han implementado las empresas a favor de los empleados, se encuentran: vales de despensa (21 por ciento), sistemas de bonos por puntualidad, productividad, etc. (5.0 por ciento), esquemas híbridos para disminuir costos de traslado (3.0 por ciento), convenios con prestadores de servicios (1.0 por ciento), entre otros.

Sobre la razón por la que las empresas no han podido incrementar el salario de los trabajadores, 36 por ciento asegura desconocer el motivo; 35 por ciento dice que los márgenes de ganancias y utilidades de las empresas se han visto afectados, mientras 14 por ciento señala el aumento en los precios de las materias primas. El 13 por ciento aduce que no tienen el mismo nivel de ventas y un 2.0 por ciento considera que la razón es el aumento en el costo de los servicios.

En el marco del Día Internacional del Trabajo, recordado la víspera, el también Centro de Carrera Profesional en línea, indagó con los colaboradores mexicanos sobre el efecto de la inflación en su salario, además de las acciones propias y de su organización para reducir el impacto en su poder adquisitivo.

Al respecto, 31 por ciento de los trabajadores asegura que su nivel adquisitivo ha bajado, 24 por ciento se ha visto obligado a disminuir sus compras, 19 por ciento ha tenido que comprar productos de menor precio, 6.0 por ciento afirma que su dinero no le alcanza para nada.

Otros consideran que el efecto de la inflación ha sido menor, sin embargo, un 12 por ciento reconoce que ha tenido que cambiar sus hábitos de consumo y 8.0 por ciento dice que el valor de su dinero ha disminuido.

De cualquier manera, el 97 por ciento asegura que la inflación ha impactado en sus finanzas personales, específicamente, de mayor manera, en la adquisición de su canasta básica de alimentos (94 por ciento), en la gasolina (51 por ciento), en los servicios básicos como agua, luz y gas (49 por ciento), en productos de higiene personal (48 por ciento), en ropa y calzado (38 por ciento), en la compra o renta de vivienda (37 por ciento), entre otros.

A pesar de que los efectos de altos niveles de inflación impactan invariablemente en los bolsillos de los mexicanos, 19 por ciento dice conocer muy poco sobre la variable macroeconómica y un 6.0 por ciento comenta que intenta mantenerse informado, pero el 75 por ciento restante asegura que entiende a profundidad el tema.

Entre las acciones que han tenido que tomar los trabajadores y sus familias para disminuir los efectos del alza de precios se encuentran las siguientes:

• Dar prioridad al consumo básico de la familia (52%)
• Comparar precios antes de hacer compras (44%)
• Identificar y reducir los gastos hormiga (32%)
• Reducir las deudas (29%)
• Elaborar un presupuesto familiar para priorizar gastos (26%)
• Recortar bienes y servicios que no son necesarios (24%)
• Controlar los gastos mensuales (23%)
• Eliminar planes de vacaciones (22%)

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