El rápido avance de la Inteligencia Artificial generativa (GenAI) está creando nuevas oportunidades para las compañías, pero también abre nuevas brechas para la ciberseguridad.
El estudio denominado Encuesta Global Digital Trust Insights 2025 de PwC revela que, pese a los riesgos de la IA Generativa (GenAI), los ejecutivos la usan para la defensa cibernética, de hecho, el 72 por ciento de los encuestados en Latinoamérica aumentó su inversión en GenAI en el último año.
La investigación de la firma dedicada a la auditoría, asesoría e impuestos, refiere que para el 51 por ciento de los encuestados, las amenazas relacionadas con la nube son su mayor preocupación cibernética, mientras que para los ejecutivos a nivel global, esta preocupación es menor por un 10 por ciento.
En este contexto, PwC señala que los marcos regulatorios exigen que las empresas cumplan con una creciente gama de requisitos, subrayando la necesidad de adaptación a nuevas regulaciones.
Actualmente, medir el riesgo cibernético es fundamental para priorizar la inversión y asignar recursos a áreas de mayor riesgo, sin embargo, solo un 15 por ciento mide el impacto financiero de estos riesgos.
Como la ciberseguridad y la confianza van de la mano, las empresas que priorizan la ciberseguridad se destacan en seguridad e integridad; el 47 por ciento de los ejecutivos latinoamericanos priorizan la protección y confianza en los datos como principal inversión cibernética.
En cuanto a previsiones para este 2025, el 77 por ciento de los encuestados en Latinoamérica espera aumentar su presupuesto cibernético el próximo año, toda vez que a medida que la ciberseguridad se está convirtiendo en una prioridad empresarial crítica, las organizaciones la ven como un diferenciador clave para mejorar reputación y confiabilidad.
El sondeo concluye que muchas empresas sólo han implementado parcialmente la resiliencia cibernética a través de la creación de planes de seguridad o implementación de tecnologías de protección, lo que las deja expuestas a amenazas cibernéticas que puedan causar pérdidas financieras, daños a su reputación y pérdida de clientes.
El establecimiento de equipos de resiliencia es clave para el funcionamiento de las organizaciones, sin embargo, menos del 35 por ciento de los ejecutivos encuestados de Latinoamérica lo ha realizado.
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