Las medidas de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) son clave para construir un enfoque inclusivo, integrado y sensible al género para prevenir y eliminar la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.
Un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), denominado Preventing and Addressing Violence and Harassment in the World of Work through Occupational Safety and Health Measures, recuerda que más de una de cada cinco personas empleadas ha sufrido violencia y acoso.
Este problema puede afectar a todo tipo de lugares de trabajo y también puede producirse durante los desplazamientos, los viajes relacionados con el trabajo, los eventos, las comunicaciones digitales, las actividades sociales y en las oficinas en casa.
El informe hace hincapié en que los marcos de SST abordan las causas profundas de la violencia y el acoso abordando los riesgos subyacentes, como la organización inadecuada del trabajo, los factores relacionados con tareas específicas (por ejemplo, trabajar solo o interactuar constantemente con terceros) y las condiciones de trabajo que producen altos niveles de estrés que, a su vez, conducen a la violencia y el acoso.
Los marcos de seguridad y salud en el trabajo que se basan en la cooperación en el lugar de trabajo y el diálogo social, movilizan tanto a los empleadores como a los trabajadores para crear entornos laborales libres de violencia y acoso, señala el análisis.
En los 25 países estudiados, cerca de dos tercios de todas las disposiciones legales sobre violencia y acoso en el lugar de trabajo están contenidas en la legislación y los reglamentos sobre SST, según el estudio. Las políticas de SST son más detalladas a la hora de esbozar estrategias preventivas y definir las responsabilidades de empresarios y trabajadores en comparación con otros enfoques normativos.
En las Américas, Europa y Asia Central, las disposiciones sobre violencia y acoso están integradas principalmente en las leyes que regulan la SST, mientras que en Asia Pacífico y los Estados Árabes la atención se ha centrado en abordar el acoso sexual a través de marcos jurídicos específicos. En Dinamarca, existen leyes específicas para prevenir la violencia y el acoso, mientras que El Salvador lo reconoce como un riesgo psicosocial. España y Túnez cuentan con una amplia legislación en materia de SST que podría abarcar la violencia y el acoso, pero sólo España reconoce explícitamente y proporciona orientación sobre su gestión. Las políticas de Barbados y Bangladesh abordan principalmente el acoso sexual.
Según el informe, las herramientas prácticas, los programas de formación y las directrices adaptadas a las empresas y los lugares de trabajo pueden ayudar a poner en práctica las políticas sobre violencia y acoso. Estas herramientas explican los pasos necesarios para llevar a cabo intervenciones destinadas a atajar la violencia y el acoso, y ayudan a realizar tareas complejas como las evaluaciones de riesgos en el lugar de trabajo.
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