En México la oferta educativa en las universidades, está muy enfocada a conocer y desarrollar la parte teórica de los estudiantes, dejando con menor importancia la poco a la práctica.
Una realidad cada vez más común es la tardanza en encontrar un empleo luego de terminar los estudios en un entorno laboral muy competitivo, donde 38 por ciento de los egresados en México tarda entre seis meses y un año en hacerlo y 26 por ciento consigue su primer trabajo mientras estudia en la universidad, según especialistas de la Asociación Nacional de Capacitación de Becarios (ANCABE).
Por lo anterior, consideran que empezar con prácticas profesionales durante la carrera es algo fundamental, ya que “la experiencia laboral temprana es importante para el estudiante ya que desarrolla habilidades y actitudes frente a un trabajo, poniendo en práctica los conocimientos adquiridos de su profesión”.
En un comunicado resaltaron los impactos positivos de trabajar antes de obtener un título profesional, como el desarrollo de habilidades para la vida propuestas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), tales como manejo de estrés y de emociones, autoconocimiento, empatía y comunicación.
A estas se añaden el desarrollo del pensamiento crítico, asertividad, pensamiento creativo, desarrollo de relaciones interpersonales y el manejo de problemas y conflictos, además de la toma de decisiones.
“Empezar con el primer trabajo es un gran paso, lleno de retos y oportunidades las cuales todos los estudiantes deben comenzar. Realmente contar con trabajo durante la carrera es un valor agregado al estudiante, debido a que comienza a contar con experiencia y tener ventaja sobre aquellos egresados que no han tenido relación con la vida laboral”, señaló la organización.
Gracias a un estudio, se pudo saber cuáles son los elementos que ayudan en la obtención del empleo, se destaca que el principal medio para conseguir el primer trabajo fue a través de un familiar, amigo o conocido, o por recomendación llevando un 28 por ciento.
En contraparte, los medios menos frecuentes para conseguirlo son las ferias de empleo con apenas 1.0 por ciento, agencias de empleo con 4.0 por ciento, y bolsas de trabajo de la Universidad con 5.0 por ciento.
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