La inteligencia artificial representa tanto desafíos como oportunidades para el mercado laboral mexicano.
A decir de Jorge Rosas, CEO de WeWow, consultoría de gestión humana, es crucial que las políticas públicas regulen el uso de la IA para garantizar la equidad laboral, proteger los datos personales y prevenir nuevas formas de discriminación. Países como el Reino Unido, Canadá y miembros de la Unión Europea ya están avanzando en este sentido, y México debe seguir su ejemplo.
En un artículo, señaló que México tiene el potencial de beneficiarse enormemente si se toman las medidas necesarias para capacitar a su fuerza laboral.
“La capacitación es el pilar para convertir los riesgos en oportunidades. Tenemos que ser rápidos, pero también estratégicos para identificar las habilidades del futuro y ofrecer programas accesibles para todas las personas, sin importar su nivel socioeconómico”, añadió.
Sostuvo que, en un contexto en el que la inteligencia artificial transformará los empleos, que no desaparecerán por completo, necesitamos enfocarnos en las habilidades que las máquinas no pueden replicar, como el pensamiento crítico y la empatía.
La clave, indicó, está en invertir en educación y capacitación que desarrollen habilidades complementarias a la IA, como la creatividad, la inteligencia emocional y la resolución de problemas complejos.
Para Rosas, también speaker internacional, la percepción pública, los impactos diferenciados por género y nivel educativo, y la necesidad de marcos regulatorios robustos, señalan la urgencia de actuar.
En palabras de Jorge Rosas, “el futuro del trabajo no está escrito, pero lo que hagamos hoy determinará si la IA se convierte en una aliada para el progreso o en una fuente de desigualdad”.
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